La medida
Los objetos poseen atributos o propiedades inherentes e independientes de la existencia del hombre. Por ejemplo, una roca posee un peso, un volumen. Cuando surge la necesidad de hacerle corresponder un valor numérico a las propiedades de algún objeto a los fines de su manejo, clasificación, etc., nace la medida: como una necesidad de la actividad humana.
Algunos de esos atributos son susceptibles de ser medidos. El proceso de efectuar mediciones es una de las tareas fundamentales de los agrimensores. Dicho proceso necesita una combinación de habilidad humana y equipo adecuado, aplicados ambos con buen juicio. Sin embargo, no importa con cuánto cuidado se realicen, las mediciones nunca son exactas y siempre se verán afectadas de errores. Con esto, tenemos que además de variar con las condiciones del contexto (temperatura, gravedad, presión atmosférica, etc.), los valores correspondientes a tal o cual atributo también pueden variar con la habilidad de quien realiza la medición, con el instrumento que se utilice, con la técnica que se aplique, con la precisión que se necesite y con la que se pueda lograr.
Aquí aparece otro concepto además del de la cuantificación de una medida: el de la calidad de la misma, que viene dada por su precisión. Así, otro de los deberes de los agrimensores es estimar la calidad de sus mediciones mediante cálculos que pueden ser anteriores (a priori) o posteriores (a posteriori) a la misma. Por eso, podemos concluir que
La medida es una opinión dada en ciertas condiciones y con cierto margen de error. Es tan importante saber la cuantificación de una medida como saber la calidad que la acompaña. [Man97]
Referencias
- [Bri97]
-
Wolf & Brinker, Topografía, 9ª edición, Editorial Alfaomega, 1997.
- [Man97]
-
Aldo Mangiaterra, Cálculo de compensaciones, Edición 2006, Revisión 2010, UNR, Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura, Escuela de Agrimensura, Departamento de Geotopocartografía, 1997.